LA OVEJA NEGRA COMO ALMA VALIENTE

Publicado el 8 de octubre de 2025, 14:46

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Resignificando su lugar en la familia


El verdadero papel de la oveja negra es conciencia y sanación sistémica; la oveja negra tiene un llamado a transformar el sistema familiar.

“Que nadie te haga dudar. Cuida tu rareza como la flor más preciada de tu árbol. Eres el sueño realizado de tus ancestros.”
Bert Hellinger


A mí la expresión oveja negra me resulta poco agradable, pero la asumo con mucho cariño. Esta expresión se ha usado desde hace siglos en el ámbito familiar o social para referirse a una persona que “no encaja” en el grupo, por la simple razón de pensar y actuar de manera diferente a los demás.

 

Una persona que expresa desacuerdo con alguna norma establecida por su familia, que se comporta de forma distinta, decide qué estudiar, de quién enamorarse o cómo vestir, sin importarle el juicio ajeno, suele ser considerada la “oveja negra”.

También se percibe así a quienes deciden estudiar algo diferente a lo que hicieron su padre, su abuelo o sus ancestros. Son personas que se distinguen por sus cualidades y talentos, y que, pese a las presiones, mantienen su punto de vista, contradiciendo lo establecido generación tras generación.

Una persona que expresa desacuerdo con alguna norma establecida por su familia, que se comporta de forma distinta, decide qué estudiar, de quién enamorarse o cómo vestir, sin importarle el juicio ajeno, suele ser considerada la “oveja negra”.

También se percibe así a quienes deciden estudiar algo diferente a lo que hicieron su padre, su abuelo o sus ancestros. Son personas que se distinguen por sus cualidades y talentos, y que, pese a las presiones, mantienen su punto de vista, contradiciendo lo establecido generación tras generación.


La buena y la mala consciencia

En constelaciones familiares, el concepto de “oveja negra” se relaciona con la dominación de la buena y la mala consciencia.

La buena consciencia está presente cuando actuamos guiados por los patrones y creencias aprobados por la familia, aunque ese modelo no cubra nuestras verdaderas expectativas.
Inconscientemente seguimos el rumbo marcado porque sentimos que, si no hacemos lo que la familia quiere, dejaremos de pertenecer al sistema y perderemos nuestro lugar, incluso si ese destino no nos hace felices.

Por el contrario, la mala consciencia se manifiesta cuando somos capaces de hacer algo diferente a lo aprendido en la familia.
Por ejemplo: ser sacerdote en un grupo familiar no religioso, decidir ser arquitecto en una familia de médicos o divorciarse en un sistema que considera que el matrimonio es para toda la vida.

Estos simples desacuerdos —por lo demás comprensibles—, al guiarnos por la “mala consciencia”, pueden llevarnos a sentirnos excluidos del clan.


Ser la oveja negra es un acto de amor

Quien se atreve a romper patrones, desafiar la norma y vivir su verdad no está traicionando a su familia: la está liberando.

Ser la oveja negra no es una maldición, es un acto de amor.
Amor hacia la vida, hacia los que vienen después y también hacia los que vinieron antes.

Su misión no es rebelarse contra la familia, sino recordarle al sistema que el amor también se expresa en libertad.


Para quienes se sienten “diferentes”

Así que, si alguna vez te sentiste “la diferente” o “el diferente”, recuerda: no estás fuera del sistema, eres quien vino a evolucionarlo.

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